Solución

Tras realizar una visita a la propiedad donde se encontraba el retrato para realizar distintos tipos de análisis presenciales (cuestión imprescindible en este caso), se pudo corroborar que la obra es del siglo XVII. El reverso de la misma mostraba un reentelado y en el anverso se pudo comprobar una serie de craquelados de tipo de araña muy propios de las obras de este momento histórico.

Además se hicieron análisis con ultra violeta para comprobar el estado de la capa pictórica pudiendo apreciar leves repintes que no quitan legibilidad a la obra ni tampoco valor a la misma.

Resultado

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