Tasación de un crucificado-esc sevillana

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Finales del siglo XVIII-Inicios del siglo XIX

El estudio de la obra se hace en base a un encargo en el que la propiedad nos indica que este crucificado tiene una atribución histórica familiar a Juan Martínez Montañés.

Tras los análisis presenciales de la obra, se puede corroborar que la talla es de una factura destacada, su estado de conservación es precario en lo referente a la capa policroma y la peana moderna.

Análisis estilístico:

La obra sigue modelos clásicos de la escultura tradicional, abandonando el dinamismo y dramatismo más extremo que se da en gran parte del siglo XVIII. Es una obra de carácter naturalista, pero que no llega al espectador extremando los sentimientos de dolor del Cristo representado. Cristo se representa enjuto y esbelto con un magnifico modelado que se inserta en el espacio tridimensional de modo magnifico.

El rostro es estilizado de nariz larga y recta con las cuencas de los ojos marcadas y pómulos igualmente marcados con signos de la Pasión. El perizoma deja ver la línea de caderas en el lado derecho y presenta un multiplicado de profundos pliegues que generan luces y sombras importantes. Todo el rostro se enmarca por la barba frondosa que se remata de forma ligeramente bífida.

Se hace uso del polimaterialismo en la dentadura que se entrevé por la boca medio abierta para exaltar el ultimo aliento de vida, probablemente sean de marfil. El cabello se ejecuta con ralla en el medio y mechón de pelo que cae por el hombro.

Atribución

La atribución de esta obra se hace de un modo genérico ya que no se puede confirmar con total certeza que pudo salir de la gubia de un autor concreto. Los análisis estilísticos nos indican que estamos ante una obra de escuela sevillana, de final del siglo XVIII o principios del siglo XIX. En esa datación se han barajado varios imagineros, entre los que destacar por sus concomitancias a Juan de Astorga, el cual trabajó de un modo similar esa vuelta al clasicismo, con un cierto idealismo que se ve en la obra. También a Cristóbal Ramos, pero no se puede concretar una autoría plausible e inequívoca.

Estimación del valor de mercado

Este tipo de obras anónimas o atribuidas a una escuela concreta, obviamente tienen un valor de mercado mucho más limitado que las que se pueden atribuir a un imaginero concreto. Aunque en el caso de esta obra por la datación que se maneja, son pocos los escultores que tienen un prestigio tan importante como para que su valor de mercado final varíe demasiado.

Aún en estos términos la obra tiene valor e interés y se estableció un valor de mercado interesante que podría subir con una buena intervención de restauración ya que la talla tiene bastante calidad.

Conclusiones

Este tipo de obras son bastante difíciles de estudiar sobre todo por la enorme cantidad de obras que se hicieron para la devoción privada por imagineros de más o menos talento, en todo caso, son obras interesantes en el plano económico. Si usted tiene obras de este tipo no dude en contactar con nosotros, somos historiadores del arte titulados con master en tasación de bienes artísticos. Pida su presupuesto sin compromiso.