Cómo tasar una obra de arte II: Pintura contemporánea.

Por en

En un post anterior (enlace a post) hice un breve articulo de como tasar una obra de arte en 3 pasos sencillos. Hoy con intención de complementar este post, me centraré en cómo hacer una tasación de un cuadro de arte contemporáneo.

Tasacion de cuadros contemporaneos

Autoría

Los criterios más básicos se repiten en la tasación de cualquier obra de arte. Así por ejemplo, el criterio de calidad de la obra a tasar, y autoría/prestigio del artista son los más importantes. Pero, en el caso del prestigio del artista para obras de arte contemporáneo se puede baremar de un modo más objetivo. A partir del siglo XX, y sobre todo después de las primeras vanguardias, los curriculums de los artistas comienzan a tener un papel trascendental. De este modo, será muy importante valorar los estudios, becas, estancias, museos que cuentan con obras del artista, exposiciones en las que ha participado el autor de la obra, colecciones en las que tiene obras, etc

Por tanto, si el currículum del artista es de mayor prestigio, su obra también estará más valorada. Importante es saber discriminar entre curriculums de prestigio y curriculums amplios sin interés alguno.

Datación

La datación de la obra es muy importante siempre. Las obras de arte contemporáneo se entiende que son aquellas que se crean a partir de las primeras vanguardias, incluso con los impresionistas precursores de estas primeras vanguardias. Es obvio que hay épocas o escuelas en los que el arte tiene un mayor prestigio. Por ejemplo, las primeras vanguardias o la escuela de París están en el mercado actual de arte muy valorados, y por tanto sus estimaciones de mercado son mucho más altas que por ejemplo la posmodernidad española.

Estado de conservación

Para hacer una tasación de cuadros de arte contemporáneo, el criterio de estado de conservación tiene una menor importancia, ya que por regla general ( siempre hay excepciones) las obras suelen estar en buen estado de conservación.

Clasificación de artistas

Los artistas de arte contemporáneo se pueden dividir en dos grupos para la tasación de sus obras: artistas consolidados (aunque tengan diferente prestigio) y artistas emergentes.

Para los artistas consolidados, aquellos artistas que tienen una trayectoria artística profesional prolongada y con un cierto prestigio como mínimo. Las tasaciones se hacen en función de los criterios básicos de tasación (calidad, prestigio del artista, procedencia, tipología de la obra, iconografía, dimensiones, etc) con análisis comparativos y metodologia econometrica.

Para los artistas emergentes, aquellos que se están iniciando en el mercado de arte, o bien su trayectoria artística no está consolidada. Se puede decir que se hacen tasaciones en función de un valor de reposición si son artistas que acaban de iniciarse ( sin prestigio) o en función del valor de reposición más el valor añadido del prestigio que se tenga en cada momento. Por ejemplo, la forma más habitual es multiplicar la altura por la anchura y por el valor de prestigio.

Historia de los procesos productivos

A partir de la primera revolución industrial ( primer cuarto del siglo XIX) se produce una auténtica revolución a muchos niveles, pero para el caso de la pintura contemporánea suposo un gran paso. Los procesos productivos se industrializan por lo que se bajan los costes y se aumenta la producción por ejemplo en los lienzos, en los pigmentos. Ésto no es algo baladí ya que llega la posibilidad a muchos artistas de crear obras con lienzos que son mucho más asequibles, hechos a medida y sin cosidos. Este es el inicio de la democratización del arte, en la actualidad es bastante posible crear obras, ya seas un artista profesional o aficionado. Algo que obviamente es beneficioso para el arte, también puede generar incertidumbres en lo referido a la calidad de las obras a tasar.

A partir de principios del siglo XIX también se da un cambio trascendental en la historia de la pintura para las tasaciones. El artista comienza a firmar de forma generalizada todas sus obras o la mayor parte de estas. Hasta la fecha no era tan habitual, y solo firmaban artistas de un grandísimo prestigio o a demanda del comitente por el prestigio del artista creador. A partir de este momento, el estatus de artista sube en su valoración social, y ésto conlleva que los artistas firmen sus obras para dejar constancia de quien las ha creado. Estas firmas son evidentemente una ayuda para la tasación de obras de arte, porque permite identificar de un modo más sencillo las obras del artista firmante.

Aunque en una tasación o autentificación profesional y rigurosa no debe ser más que otro indicio. Se deben de hacer análisis estilísticos comparativos, objetivos, técnicos, etc. Pero también tienen una parte negativa, las firmas se pueden falsificar para inducir a un creador falso. Es por tanto muy importante ver la firma como un indicio más en un proceso investigativo.